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Habemus papam. El cardenal estadounidense Robert Francis Prevost Martínez es el nuevo pontífice de la Iglesia católica con el nombre de León XIV. La fumata blanca ha anunciado pasadas las seis que los cardenales reunidos en la Capilla Sixtina han llegado a un consenso en la cuarta o la quinta votación del cónclave —no se ha especificado en cuál—que arrancó el miércoles. A los 69 años, una edad temprana para convertirse en el líder de la Iglesia, este purpurado que fue misionero durante décadas en Perú se convierte en el 267º pontífice y en el primero norteamericano.
"Queremos ser una Iglesia sinodal, una Iglesia que camina, que siempre busca la paz, la claridad, que busca siempre estar cerca de aquellos que sufren", ha afirmado el pontífice en su primer discurso desde el balcón de la basílica, ante las casi 100.000 personas que se agolpaban en la plaza de San Pedro y que le recibían entre vítores, aplausos y algunas lágrimas. El nuevo papa, visiblemente emocionado, ha recordado su orden, los agustinianos (es también el primer papa agustino) y ha saludado en español a su diócesis de Perú, al tiempo que ha subrayado la necesidad de una iglesia "en misión".
León XIV, un nuevo papa continuista con la mirada puesta en LatinoaméricaSARA GÓMEZ ARMAS Recibida por una gran ovación en la plaza de San Pedro, la fumata blanca se ha dejado ver a las 18.07, aunque los fieles y curiosos que esperaban el anuncio del nombre del nuevo pontífice han tenido que esperar algo más de una hora. Ha sido entonces cuando el cardenal protodiácono, el francés Dominique Mamberti, se ha asomado al balcón —donde poco después se dejaría ver León XIV— para pronunciar el "Nuntio vobis gaudium magnum: Habemus papam" ("Os anuncio una gran alegría: Tenemos papa).
León es el cuarto nombre más elegido en la historia de los pontificados, por detrás de Benedicto, Gregorio y Juan. El último fue León XIII (1878-1903).

De ascendencia española e italiana, Robert Francis Prevost Martínez nació el 14 de septiembre de 1955 en la ciudad estadounidense de Chicago. Su amplia trayectoria le ha llevado a estar en los últimos años muy cerca de Francisco, que le nombró en 2023 prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, y a cuyo papado ha homenajeado con sus primeras palabras. Hasta ahora, Prevost era miembro de siete dicasterios, así como de la Comisión para el Gobierno del Estado de la Ciudad del Vaticano, cargos que reflejan la confianza que el papa Francisco depositó en este purpurado.
Un llamamiento a la "paz" y el recuerdo de Francisco
León XIV ha empezado su discurso deseando la paz, "una paz desarmante, humilde y perseverante" que "viene de Dios". Después, no ha tardado en mencionar a su predecesor: "Aún mantenemos en nuestros oídos esa voz débil pero siempre valiente del papa Francisco bendiciendo en Roma. En esa misma bendición Dios nos ama. Dios os ama a todos y el mal no va a prevalecer", ha afirmado el pontífice, que ha dado las gracias al papa argentino y ha afirmado que quería "seguir" la bendición que realizó "al mundo entero".
El nuevo papa comparte con Francisco —al que conoció cuando era arzobispo de Buenos Aires— el compromiso con los pobres y los migrantes, o la implicación en la lucha contra el cambio climático, aunque el estilo que ha dejado ver como cardenal ha sido más discreto que el suyo. Aun así, sus primeras palabras han dado una pista de sus intenciones, ya que ha llamado a buscar "una Iglesia misionera" que construye "puentes y diálogo" y que esté abierta "a recibir a todos", muy en la línea del camino que marcó el argentino. "Gracias, Francisco", ha dicho Prevost, considerado un cardenal aperturista como él.
También ha defendido la sinodalidad, una idea muy perseguida por Jorge Mario Bergoglio y que se convirtió en una de sus señas de identidad. Antes de convertirse en papa, Prevost destacó en una entrevista a Vatican News que Francisco era un hombre "generoso" y subrayó su búsqueda de "una Iglesia pobre, que camina con los pobres". Además, alabó "su cercanía a los migrantes" en su histórico viaje a Lampedusa y recordó la carta enviada a los obispos de EE.UU. en febrero de este año, cuando arrancó el programa de deportación masiva de inmigrantes ilegales.
Al contrario que su predecesor, el nuevo papa sí que se ha vestido con los elementos tradicionales propios de un pontífice. El roquete (la vestidura blanca que se coloca sobre la sotana), la estola y la muceta (la prenda roja que le cubre los hombros), tres elementos que Francisco rechazó llevar en su presentación al mundo como papa.
Un papa estadounidense con vínculos con Latinoamérica
Viajero y políglota, León XIV es el primer papa estadounidense, pero también guarda un fuerte vínculo con Latinoamérica. De padre italiano y madre de ascendencia española, fue ordenado cardenal en 1982 y pasó dos décadas por Perú, país donde se unió a la misión agustiniana en 1985 y en el que fue canciller de la Prelatura Territorial de Chulucanas de 1985 a 1986. En un perfecto español (pese a ser estadounidense, Prevost no ha dicho nada en inglés), el pontífice ha dedicado unas palabras al país andino.
"Saludo a mi querida diócesis de Chiclayo, en el Perú, donde un pueblo fiel ha acompañado a su obispo, ha compartido su fe y ha dado tanto para seguir siendo Iglesia fiel de Jesucristo", ha dicho el pontífice, que se encargó de esa diócesis hasta 2023, cuando fue llamado a Roma.
Su elección llega en plena tensión internacional iniciada por el presidente estadounidense Donald Trump y su guerra comercial, que ha impactado en las economías de diversos países del mundo. El mandatario ya le ha dado la enhorabuena. "Es un gran honor saber que es el primer papa estadounidense. Qué emoción, y qué gran honor", ha afirmado el republicano, que dice estar deseando conocerle.
Trump, que se disfrazó hace unos días de papa en una imagen generada por inteligencia artificial, había apoyado públicamente al cardenal arzobispo de Nueva York, Timothy Michael Dolan. Este purpurado, sin embargo, afirmó que la publicación de esa fotografía por parte del presidente "no estuvo bien".
En algunas de las últimas publicaciones compartidas por el cardenal Prevost en su cuenta de X, se vierten críticas sobre el vicepresidente estadounidense, el número dos de Trump. "JD Vance se equivoca: Jesús no nos pide que clasifiquemos nuestro amor por los demás", afirma uno de los titulares.
Tras pasar parte de su vida en Estados Unidos, donde fue misionero, profesor y párroco, el papa Francisco nombró a Prevost administrador apostólico de la diócesis de Chiclayo en 2013 y lo convirtió en obispo al asignarle la diócesis titular de Sufar. En marzo de 2018 fue designado segundo vicepresidente de la Conferencia Episcopal Peruana.
Poco después del anuncio de su elección, la organización SNAP (Red de Sobrevivientes de Abuso por Sacerdotes), dedicada a recopilar casos de abusos sexuales cometidos por sacerdotes y apoyar a las víctimas, ha emitido un comunicado en el que acusan al recién elegido papa de encubrir casos de abuso mientras fue obispo en Perú. Esta entidad ya presentó una denuncia contra Prevost el 25 de marzo de 2025 y ahora exigen "acciones decisivas" por parte del nuevo pontífice, que llega al poder eclesial después de que su predecesor destacara por escuchar a las víctimas.
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Punto y final a un cónclave universal
El cónclave arrancó el miércoles por la tarde, cuando el maestro de las Celebraciones Litúrgicas, Diego Ravelli, proclamó el Extra omnes (todos fuera) y anunció la clausura del templo. Desde entonces, los cardenales han permanecido aislados de cualquier información proveniente del exterior, ya que violar el absoluto secreto sobre lo que ocurra en la Capilla Sixtina conlleva una pena de excomunión inmediata.
Este era uno de los más diversos de la historia. Por el alto número de cardenales electores (133 en total) sino porque han entrado en la Capilla Sixtina religiosos procedentes de más de 70 países que, en muchos casos, no habían tenido nunca un cardenal ni apenas contacto con la curia romana. Estaban representados 17 Estados de África, 14 americanos, 17 asiáticos, 18 europeos y cuatro de Oceanía. Además, 12 países han participado por primera vez.
De nada sirvió la presión de los cardenales italianos para que el próximo papa fuera de su país después de 47 años desde el último. Tras un cónclave universal, el nuevo papa vuelve a ser no europeo y mira, de nuevo, al sur global. Con respecto a la gran incógnita sobre si el elegido seguiría o no la línea aperturista marcada por Francisco, la elección de Prevost conlleva el triunfo de la continuidad, aunque está por ver cuánto respetará su sucesor el legado del papa argentino.