Qué barbaridad más bárbara, con los combustibles
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Edgar Lantigua
La radio, dependió durante años, para llenar espacios y captar audiencias, de programas de importantes cómicos cubanos, aún se escucha en algunas estaciones, La Tremenda Corte, con Tres Patines, que no pasa de moda, Alvarez Guedes, Rosendo Rosell y otros.
De Rosell, es la expresión, “Qué barbaridad más bárbara caballero”, que he usado antes, y que ha llegado a mi memoria, al ver los detalles de una entrevista en la que, el comunicador Jefte Ventura de la plataforma, Hablando de Vehículos y su abogado, Jean Carlos Martinez Segura, en la plataforma de Somos Pueblo, la que me causó justificada alarma.
Daban a conocer una sentencia, de un recurso de amparo, que dispone que el Ministerio de Industria y Comercio, MICM, entregue, los resultados de un estudio realizado por la empresa Alvepet, a 965 estaciones de combustibles, que, establece que el 56 por ciento no cumple con el octanaje de la gasolina premiun.
La decisión judicial es el resultado de la negativa del MICM, a entregar el estudio, cuyos datos reveló el ministro Victor, Ito, Bisonó, en noviembre del pasado año. El argumento para no entregarlo fue que afectaría intereses de terceros. O sea los intereses de las estaciones que estarían engañando a la gente y empresas importadoras, están por encima del interés del pueblo en general.
Un estudio que costó 10 millones de dólares, que no los pagó el funcionario de su bolsillo, sino con fondos públicos, y que no quiere entregar a pesar de que el mismo pone de manifiesto irregularidades en el 56% de las estaciones evaluadas, en franca contradicción con la política de transparencia que impulsa el presidente y de la cual se vanagloria, Industria y Comercio.
El asunto surge a partir de una iniciativa de Jefte Ventura, de acudir a estaciones de combustibles, con un, “aparatico”, que permite medir el octanaje, la respuesta fue desautorizarle y presentar detalles parciales del estudio.
Es ese estudio que dice que más de la mitad de las estaciones no ofrecen el combustible con las características establecidas en las normas y a pesar de lo cual, nadie ha escuchado ninguna sanción a esas estaciones.
¿Vender combustibles con una calidad distinta a la que manda la norma, no es corrupción?
Es difícil cuantificar el costo del uso de combustibles fuera de las normas, en el daño a los vehículos, pero podemos hacer un ejercicio simple para determinar el impacto en nuestros bolsillos de estas diferencias.
Energía e Hidrocarburos, publicó un cuadro, en junio de 2023, que establece que en 2022, se consumieron 318.900,172 galones de gasolina premiun, el 56%, serían 178,584,096.32, si le atribuimos una diferencia de sólo 5 centavos de dólar, al valor de la diferencia de octanaje, esto representaría un monto de US$ 8,929,204.81, o sea, RD$ 508,964,674.51, más de 500 millones, de los bolsillos de los consumidores, tomando como base, la muy conservadora cantidad de 5 “cheles”, de dólar por galón, sólo en la premiun.
En 2022, cuando cuestionaba las acciones del gobierno de su partido, el Ing. Ramón Alburquerque, decía que los intermediarios se ganaban 60 mil millones de pesos, monto que calificó de excesivo.
En esos cálculos no están las diferencias de octanaje, que parecen ser un engaño mayúsculo a los consumidores con la venta de combustibles.
No tengo dudas que las actuaciones poco transparentes del MiCM, al negar información de interés público, como el listado de estaciones que no cumplen las normas, en un estudio pagado con fondos públicos y las implicaciones para el bolsillo de cada usuario dominicano, provocarían que Rosendo Rosell dijera: “Qué barbaridad más bárbara, caballero”.