Cada día las personas se interesan más por salir del movimiento de la zona urbana y se trasladan al campo a disfrutar de la tranquilidad y la naturaleza.
El Naranjal, ubicado próximo al Cupey, Puerto Plata, es elegido por muchos que están construyendo casas de veraneo o que hacen paseos al rio; sin embargo, éste lugar ha sido olvidado por todos los gobiernos, a pesar de que es del agrado de funcionarios que lo visitan.
Los moradores de El Naranjal, carecen de una carretera que les permita transitar sin dificultad, viéndose en la obligación de permanecer en sus hogares por varios días cuando está lloviendo, porque sólo pueden circular vehículos altos y muchos sólo cuentan con motores que le dan servicio.
No cuenta con acueducto que les permita tener servicio de agua de manera regular, ni una correcta instalación del sistema energético. Actualmente, instalado por ellos mismos con “alambritos añadidos” y cada vez que llueve o hace brisa tienen que repararlo ellos, porque aunque pagan un servicio. Edenorte no visita el lugar, ni se ocupa de hacer las reparaciones.
En entrevista a los moradores, indicaron que antes iban mensualmente para realizar los cobros casa por casa y que hace más de dos años que no van por ahí. Sólo una vez para incrementarle la tarifa, que antes era fija porque las casas no tienen contador. Indicaron que ellos no tienen producción por lo que se le hace difícil pagarla. Además de que se asustan mucho cuando llueve o hay vientos porque “los palitos” donde están los alambres se rompen y temen que pueda pasar una desgracia.
Los postes son varas finas de matas de piñón, cortadas por los mismos usuarios. Lo que constituye un peligro por la gran cantidad de ramas y la fragilidad de los mismos.
Este redactor observó que recientemente, próximo al “Colmado Denys” instalaron unos tres postes de cemento que conducen a algunas residencias de construcción reciente, pero que no pertenecen a ninguna de las casas ubicadas en la intersección, compuesta por dos caminos, uno sin salida y otro que conduce al Naranjal abajo.
También algunos dueños de casas instalaron el agua desde la “la loma”, con recursos propios, pero es del uso exclusivo de ellos, no de la comunidad.
Reclamaron a las autoridades ir pronto en su auxilio, porque la carretera el Cupey está muy cerca y no entienden porqué no fueron tomados en cuenta para por lo menos “arreglárles ese camino” que tienen años reclamándolo. Dijeron sentirse esperanzados cuando anunciaron que acondicionarían la carretera El Naranjal, pero que sus sueños se vieron truncados al ver el inicio de los trabajos por una entrada que está próximo al cementerio, no la de ellos.
Actualmente, la carretera está llena de hoyos, piedras y zanjas y es urgente acondicionarla, al menos ir con equipos que mejoren su condición.
Los moradores del Naranjal, hicieron un llamado al alcalde Roquelito Garcia, al Ministerio de Obras Públicas y a Edenorte, para que los tomen en cuenta y se acuerden de ellos, que son hombres y mujeres que merecen tener una mejor calidad de vida y pagan por un servicio precario y sin asistencia, en el caso de la luz.
