ESTEBAN RAMÓN // RTVE23.02.2015 - 07:34h
Birdman, una película que azota la vanidad de las estrellas, es la triunfadora de la 87 edición de los Premios Oscar. La cinta del mexicano Alejandro G. Iñárritu sobre un actor de Hollywood venido a menos que levanta una obra teatral en Broadway se ha alzado con cuatro estatuillas en un gala más reivindicativa y emotiva que divertida y entretenida.
“Al ego le encanta la competencia, para que uno gane otros deben perder. Pero el arte auténtico no se puede comparar, etiquetar, ni derrotar”, ha dicho el director al recoger el premio a mejor dirección, sucediendo a su compatriota Alfonso Cuarón, ganador el año pasado por Gravity.
Birdman, concebida por Alejandro G. Iñárritu como una flagelación sarcástica de su propia vanidad, está teniendo un efecto boomerang: con la catarata de premios conseguidos su ego puede volver a dispararse. Además de película y dirección, Iñárritu obtuvo un tercer Oscar a mejor guion original. Y completaron el póker con un merecido Oscar de fotografía a Emmanuel Lubezki, responsable de las virguerías técnicas de los planos secuencias de Birdman. Segundo premio consecutivo para el mexicano tras el obtenido por Gravity. Dos años de triunfos de profesionales mexicanos que ha celebrado hasta su presidente, Enrique Peña Nieto.