José Rafael Sosa
Una historia simple, amigable y sensual deriva a una
gris densa y morbosa atmósfera que tiene en su centro la ética de la maternidad
y el sorprendente potencial de lo débil, todo al estilo de un Michel Franco. La
pasión que le evidencia Cannes no es para nada fortuita.
Franco sabe dónde está el resquicio del mejor cine
emergente, uno que se hace para sorprender y permanecer en el imaginario
colectivo.
Michel Franco se supo desde siempre en capacidad de
dar al público, como director y guionista, mucho más de lo que se podría
esperar, basado en su creatividad sin demasiados límites y en su perspectiva
para conducir un filme por los senderos menos esperados.
Su película Las hijas de Abril (2017) ha impactado en
el Festival de Cannes y su éxito debe hacer remover algunas de las conciencias
que determinaron que América Latina no estuviese en la sección oficial de este
evento.
Partiendo de una trama familiar y aparentemente muy
simple: la joven que queda embarazada de su joven novio y que decide tener su
criatura a pesar de las limitaciones, fuera del conocimiento y control de su
madre, una personalidad intensa, controladora y egoísta.
Ahondando en la psicología femenina, Las hijas de
Abril es una película que se solaza en el variado y a veces confuso universo
femenino.
La cinta, pensada para ser rodada en Estados Unidos
con talentos norteamericanos, giró hacia Puerto Vallarta y llamó a jóvenes
talentos mexicanos y desde España, la experimentada y camaleónica Emma Suárez,
en el rol de Abril, la madre que nos abrirá tantas interrogantes con su proceder inusual y rotundo.
La Suárez debió enfrentarse con un personaje de
variadísimas capas de emotividad, desarrollar cada una de ellas y convencernos
de que hay seres para los cuales el
proceder ético se mide con una propia medida, aun cuando deje en el resto de la
comunidad, un nudo ardiente en la garganta.
Si una condición comporta esta historia, ella es la
sorpresa. Franco se da el lujo de apostar a posibilidades que nadie podría
imaginar, torciendo el rumbo de una trama, al pulso firme de un control exacto
y medido de los recursos del cine (sobre todo las actuaciones, la fotografía,
su dirección de arte y su espectro sonoro.
Propia para ser película de inicio de cualquiera de
nuestros festivales dominicanos, Las hijas de Abril, validan el cine iberoamericano
por su fresca creatividad y su capacidad de comunicar historias que nos marcan.
Ficha Técnica
Las hijas de Abril
País: México
Género: Drama
Año: 2017
Duración: 1 h 43 m.
Dirección, guión y escenografía: Michel Franco
Elenco: Emma Suárez (Abril), Ana Valeria Becerril
(Valeria), Enrique Arrizon (Mateo), Johana Larenki (Clara) y Hernán Mendoza
(Gregorio).
Sinopsis: Valeria tiene 17 años y está embarazada. Vive en
Puerto Vallarta con Clara, su media hermana. Valeria no ha querido que Abril
–la madre que lleva mucho tiempo ausente- se entere del embarazo, sin embargo
Clara, su hermana, ante la presión económica y las responsabilidades que implica
tener un bebé en casa, decide llamarla. Abril llega con disposición de ayudar a
sus hijas, pero pronto entenderemos porque Valeria prefería mantenerla lejos.
Bio
https://es.wikipedia.org/wiki/Michel_Franco
trailler CODIGO HTML
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