Por Edgar Lantigua
Puerto Plata.- En los últimos años esta provincia ha
arreciado su lucha por tener una carretera de 4 carriles hasta Navarrete, actualmente
en licitación, pero, ¿y qué de las otras carreteras? Las de Río Grande, Palmar Grande, El Cupey,
La carretera Turística Puerto Plata Santiago.-
Ayer como para que el olvido no la llene de polvo, los
choferes de la ruta Río Grande – Altamira dieron el clarinazo, post-Semana
Santa, un grito desesperado para que no se esfume la esperanza, con obstáculos
en la vía, hacia el túnel, tapón incluido, ahora que ven que hasta los equipos
de la empresa Hormigones del Atlántico/Mairení Bournigal constructora, han sido
retirados del lugar.
No hace falta preguntar, el historial de seriedad de la empresa,
que también tiene a su cargo los trabajos de la carretera Palmar Grande, no
deja lugar a dudas, dinero es lo que falta, para que fluyan estas obras vitales
para comunidades de suyo laboriosas.
El Palmar Grande por ejemplo el gobierno ha dado un decidido
impulso a las mujeres laboriosas de la Chocoal con su microindustria del cacao
y el chocolate. Allí repartió apoyo a los agricultores del Aguacate y a las
mujeres artesanas, pero, ¿A dónde va la buena cosecha sin caminos adecuados? ¿Próspera
el rico cacao sin carreteras?
En mayo de 2013 y dale con mayo, en una nota que daba cuenta
de la entrega de los22 millones de pesos a las mujeres emprendedoras de
Altamira se consignaba que “Equipos pesados del Ministerio de Obras
Públicas removían toneladas de tierra para acondicionar el terreno para la
construcción de los 8.5 kilómetros de la carretera desde Quebrada Honda a Río
Grande, como prometió el presidente Danilo Medina hace tres semanas cuando se
reunió con los productores de aguacate y las mujeres emprendedoras de estas
poblaciones.”
El drama no se queda ahí, los de Guananico cansados ya de
protestar, no terminan de reponerse de la entretención, en mayo del pasado año
luego de intensas protestas se reunieron con la gobernadora y el ministro de
Obras Públicas, días después la Constructora Moll desplegaba camiones, tractores,
gredrars , una inmensa aspirina que dentro de unos días cumple un año, y nada.
Lo de la carretera turística Luperón es como para alguna
oscura historia macondiana a propósito de la muerte reciente de García Márquez.
Construida en el segundo período del Dr. Balaguer, el trazado y su construcción
misma fueron cuestionadas desde el principio. Pero harían falta años, el
terremoto de septiembre del 2003 y las
lluvias que siguieron en un noviembre que pareció interminable para hacer de la
vía un peligroso amasijo de derrumbes, desniveles y hoyos. Once años después aún
se estudia cómo hacerle frente.
La carretera de El Cupey es una de las páginas perdidas de
la historia nacional, reclamada de hace más de 40 años, su suerte ha sido insólitamente
nula, gobiernos van y gobiernos vienen, promesas, anuncios, cheques y nada. Parecería
que más que como necesidad se la ve como capricho, no importan las familias que
allí viven, la producción lechera, la ganadería de la zona, ni las 7 ferias
ganaderas chapoteadas entre el lodo, con éxito rotundo, aún no mueve la acción
pública para dejar resuelto un reclamo de años.
La lista podría seguir, pero es mejor dejarla ahí en lo que
se licita la Puerto Plata-Navarrete para que el ministro de Obras Públicas
anuncia un nuevo trazado que, aún pocos conocen y que, los pesimistas temen no
sea de 4 carriles, a lo que es mejor resistirse con el mejor de los optimismos.